No fue nada fácil: la comunidad LGBT+ de Georgia se enfrenta a dificultades, homofobia y resentimiento permanentes. Cuando los planes se hicieron públicos, el gobierno advirtió a los organizadores del Orgullo de que una marcha sería “imposible” debido a las amenazas de los grupos de extrema derecha. Una autoridad del gobierno incluso intimidó a uno de los organizadores directamente y le pidió que cancelara la marcha.
All Out lanzó una campaña mundial para exigirle al gobierno de Georgia que respetara el derecho de las personas LGBT+ del país a marchar en el Orgullo, y que garantizara la seguridad de todos sus participantes.
El activista de All Out Yuri Guaiana se dirigió a Tbilisi y junto a los organizadores del Orgullo entregó más de 28,000 firmas ante el gabinete del Primer Ministro de Georgia.
Días antes de que se programara la marcha del Orgullo, surgieron tensiones políticas y protestas en el país. Se tomó la decisión de postergar el Orgullo por motivos de seguridad.
Algunas semanas después, el 8 de julio de 2019, finalmente se hizo historia en Georgia: a pesar de las amenazas de los grupos radicales y de la falta de apoyo gubernamental, activistas locales llevaron el arcoíris a las calles de Tbilisi en la primera Marcha del Orgullo del país.